Por mucho que me, se empeñen; no soy una máquina. No soy capaz de procesar, atender, anotar, transaccionar, etc etc las cantidad de operaciones que esas dóciles máquinas cuyo gasto es perfectamente "amortizable" son capaces de ejecutar con sincronizada perfección y con una calidad "neutra" a todo tipo de usuarios.
Pues un servidor, aunque intenta ser amable, cordial, atento y aveces cariñoso con sus clientes, a medida que la tecnología invade mi oficina, intuye que de eso ya no se vive, que la cuenta de resultados no lo mide incluso que las capacidades humanas combinadas con el uso creciente de la tecnología, menguan. Aveces pienso que debe ser la edad y que el el corazón mengua. Y lo de la edad, es porque no jugué con playstation, no envío sms a velocidad de vértigo, y el mesanger llegó tarde a mi ordenador. ¿ Será por eso ?

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